A: Buenos días, doctor. ¿Cómo está?
B: Buenos días. Muy bien, gracias. Dime, ¿cómo estás tú?
A: No bien, doctor.
B: Vamos a ver qué te pasa. ¿Cómo es tu rutina diaria?
A: Doctor, llevo una vida muy sana. Todos los días me despierto a las seis. Me levanto y bajo a comer con mi familia.
B: ¿Y qué desayunas?
A: ¿Desayuno? No, doctor, no desayuno. Bajo a cenar. Me despierto a las seis de la tarde. Normalmente hay pizza o lasaña, pero los viernes y los sábados pedimos hamburguesas.
B: ¿Y qué haces después?
A: Después tomo refrescos y zumo y subo a jugar videojuegos.
B: ¿Toda la noche?
A: Hasta las diez de la mañana, señor.
B: Es cuando te duchas y lavas los dientes, ¿verdad?
A: No practico eso, señor doctor. Ay, me duele el estómago.
B: Mira, joven, deja la pizza, la lasaña y la hamburguesas y empieza a comer carne y verduras. Prepáralas en casa. Si tienes cocina, no tienes que pedir la comida. Y prepáralas en la mañana de desayuno y en la tarde de almuerzo. Esto significa que te vas a acostar temprano y despertar en la mañana, como todos. Te vas a lavar los dientes y te vas a duchar. Ah, sí, también vas a dejar los refrescos y vas a comenzar a beber agua. ¿Entendido?
A: Sí, señor. ¿Me puedo ir?
B: Vete, niño, y cuídate. Adiós.
A: ¡Adiós, doctor!

A: Buenos días, doctor. ¿Cómo está?
B: Buenos días. Muy bien, gracias. Dime, ¿cómo estás tú?
A: No bien, doctor.
B: Vamos a ver qué te pasa. ¿Cómo es tu rutina diaria?
A: Doctor, llevo una vida muy sana. Todos los días me despierto a las seis. Me levanto y bajo a comer con mi familia.
B: ¿Y qué desayunas?
A: ¿Desayuno? No, doctor, no desayuno. Bajo a cenar. Me despierto a las seis de la tarde. Normalmente hay pizza o lasaña, pero los viernes y los sábados pedimos hamburguesas.
B: ¿Y qué haces después?
A: Después tomo refrescos y zumo y subo a jugar videojuegos.
B: ¿Toda la noche?
A: Hasta las diez de la mañana, señor.
B: Es cuando te duchas y lavas los dientes, ¿verdad?
A: No practico eso, señor doctor. Ay, me duele el estómago.
B: Mira, joven, deja la pizza, la lasaña y la hamburguesas y empieza a comer carne y verduras. Prepáralas en casa. Si tienes cocina, no tienes que pedir la comida. Y prepáralas en la mañana de desayuno y en la tarde de almuerzo. Esto significa que te vas a acostar temprano y despertar en la mañana, como todos. Te vas a lavar los dientes y te vas a duchar. Ah, sí, también vas a dejar los refrescos y vas a comenzar a beber agua. ¿Entendido?
A: Sí, señor. ¿Me puedo ir?
B: Vete, niño, y cuídate. Adiós.
A: ¡Adiós, doctor!