A: Hola, buenas tardes.
B: Buenas tardes, señorita. ¿Quiere ver algo?
A: Sí, señor, quisiera ver aquel collar de oro.
B: Aquí está. Le dejo el collar en mil dólares.
A: ¿Mil dólares! Es muy caro.
B: Es de la mejor calidad, señorita.
A: Ya veo, pero también veo que es antiguo.
B: Es cierto, señorita.
A: Por la edad, me baja el precio, ¿no? Le ofrezco seiscientos.
B: Señorita, me ofrece muy poco dinero. Pero le puedo bajar el precio a novecientos cincuenta por simpática.
A: Muy amable, señor, pero más de seiscientos cincuenta no le doy.
B: ¿A qué se dedica, señorita?
A: Soy estudiante.
B: Vale, por eso le bajo el precio a novecientos y es la última rebaja.
A: Le puedo ofrecer setecientos dólares y este anillo de plata.
B: Ya veo, muy interesante. Sí, voy a aceptar.
A: Muchas gracias, señor.
B: A usted, señorita.

A: Hola, buenas tardes.
B: Buenas tardes, señorita. ¿Quiere ver algo?
A: Sí, señor, quisiera ver aquel collar de oro.
B: Aquí está. Le dejo el collar en mil dólares.
A: ¿Mil dólares! Es muy caro.
B: Es de la mejor calidad, señorita.
A: Ya veo, pero también veo que es antiguo.
B: Es cierto, señorita.
A: Por la edad, me baja el precio, ¿no? Le ofrezco seiscientos.
B: Señorita, me ofrece muy poco dinero. Pero le puedo bajar el precio a novecientos cincuenta por simpática.
A: Muy amable, señor, pero más de seiscientos cincuenta no le doy.
B: ¿A qué se dedica, señorita?
A: Soy estudiante.
B: Vale, por eso le bajo el precio a novecientos y es la última rebaja.
A: Le puedo ofrecer setecientos dólares y este anillo de plata.
B: Ya veo, muy interesante. Sí, voy a aceptar.
A: Muchas gracias, señor.
B: A usted, señorita.