Spanish Teacher Interview Questions – Flashcards

Desde que cursaba mis estudios en primaria, siempre sentí la necesidad de ayudar a mis compañeros de clase con cualquier duda que tuvieran. El hecho de poder hacerlos entender la materia, un poco mejor, me llenaba de satisfacción. Ya en secundaria, comencé a ofrecer tutorías, en varias materias, fuera del colegio. Desde ese momento decidí que mi futuro estaría ligado a la educación.

Mi filosofía sobre la educación se basa en 3 pilares fundamentales: libertad, desafío y el trabajo. Los estudiantes deben experimentar libertad, siempre controlada, para poder expresar sus ideas, sentimientos y dudas en la clase sin necesidad de sentirse humillados, ni por la profesora ni por los otros alumnos. Soy una ferviente creyente en la necesidad de desafiar las mentes de los estudiantes; cada estudiante tiene mucho potencial, aunque sea en diferentes áreas. Mi deber es desafiar las mentes de mis estudiantes, para que lleguen a lugares insospechados. El último pilar de mi filosofía es el trabajo. Ni las tecnologías más avanzadas, ni las últimas modas sobre cómo pedagogía, harán que cambie mi opinión sobre este valor universal: cualquier aprendizaje requiere trabajo, mucho trabajo. Para poder aprender, verdaderamente, un concepto, se requiere mucho trabajo, crítica constructiva y un enfoque en las técnicas de aprendizaje.

En mi último trabajo como profesora, dispuse de un equipo moderno en la clase: computadora, pizarra inteligente, proyector y aplicaciones de última generación. En concreto, utilicé un sistema CMS (ClassEd) para compartir charlas de expertos en la materia, para asignar tareas y para fomentar el intercambio de opiniones en el fórum.

Dos ejemplos concretos: una serie de vídeos que creé, antes de comenzar las clases, fueron utilizados por los estudiantes para familiarizarse con conceptos básicos; y el segundo ejemplo es un wiki que crearon los estudiantes en clase para descubrir todas las facetas de cada concepto de la materia.

Aunque uno de los pilares fundamentales de mi filosofía es la libertad, soy consciente de la necesidad de fomentar la disciplina en la clase. En mis clases, suelo aprovechar la predisposición de mis estudiantes para los juegos en general, por lo que asignamos puntos por buena y mala conducta. Al principio del curso, especifico las reglas de puntuación, así como los comportamientos que no se toleran. En mi último año de enseñanza, sólo envié a 3 estudiantes a la oficina del director.

Mi reacción sería la de dirigirme a la clase para comentarles de nuevo los comportamientos que no toleran y sus consecuencias. Aunque dudo que ese incidente ocurra, ya que antes de escribir nada en la pizarra, los estudiantes ya conocerían mis reglas.

La disciplina siempre juega un papel importante, aunque secundario, en mis clases. Una vez que los estudiantes conocen mis reglas y mi afinidad por la libertad controlada, suelen responder con autodisciplina.

Hace 3 años, un estudiante con problemas de disciplina, se enfrentó a mí con una actitud desafiante y violenta. Después de intentar dialogar con él, el estudiante perdió los estribos e intentó golpearme. En ese momento, perdí la paciencia. Aunque evité el golpe, me dirigí a él furiosa y le levanté la voz, apresurándolo a la oficina del director. Luego comprendí que no había necesidad de levantar la voz, sino que tenía que haberlo llevado a la oficina cuando percibí la gravedad de la situación.

Mi relación con el director o supervisor debe basarse en la colaboración para conseguir objetivos comunes. Entiendo las responsabilidades administrativas de un director, así como espero que el director entienda mis responsabilidades académicas. Dicho esto, nunca he experimentado ningún problema, que no se pudiera resolver con una conversación, con un director.

Intento experimentarlo cada día, al menos durante unos minutos. El ambiente ideal de mi clase no se basa en el silencio total, disciplina autoritaria y una única voz enseñando. El ambiente ideal de mi clase lo habita la energía y las ganas de aprender, diversidad de mentes que expresan sus puntos de vista y un dinamismo que suspende el tiempo. Como dirían los jóvenes de hoy, es puro flow.